Yersinia enterocolítica en sí no es una
bacteria que afecte mucho a los chilenos resultando ser muy poco frecuente
comprobándose en variados estudios hechos en la antigüedad: Tan solo en el
1979
un estudio realizado en lactantes que poseían diarrea aguda demostró que de 100
pacientes sólo el
1% padecía la diarrea a causa de Yersinia enterocolítica, sin
embargo, en las enfermedades de transmisión alimentaria del año
2007 ésta fue
un
2% de los agentes infecciosos en los alimentos.
A su vez esta enfermedad no pertenece a la lista de ETAs de Notificación Obligatoria, debido a que en nuestro país la incidencia de yersiniosis es baja.
Esta bacteria se puede encontrar tanto en lácteos como carnes, específicamente
en el sistema digestivo de animales contaminados y especialmente en la carne porcina, aumentando el
riesgo de crecimiento de ella en el proceso de eviscerado. En Chile la carne
más consumida es la de ave, por lo que esta podría ser una de las causas de su
baja incidencia, además de que la mayoría de las veces el cerdo se consume
cocido (como sabemos yersinia enterocolítica no resiste más de 70°c) o en cecinas lo que nos
indica que existen buenas prácticas de higiene en Chile.
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